Septicemia neonatal en bovinos: qué es y cómo se identifica

El primer mes de vida es una de las etapas más susceptibles para los becerros, porque el riesgo de padecer alguna infección es alto, debido a que su sistema inmune no se ha desarrollado por completo. Se estima que el 75% de las muertes ocurren en este periodo y la septicemia neonatal es considerada una de las principales causas (Radostits, 2007).

Los daños económicos y productivos que genera este padecimiento son significativos e implican los gastos de atención médica y tratamiento, la necesidad de contratar mano de obra adicional y, en el peor de los casos, la mortalidad de las crías.

Además, los animales que logran sobrevivir manifiestan una baja tasa de crecimiento y una disminución considerable de la ganancia de peso, lo que conduce a una productividad reducida que compromete la rentabilidad de la unidad ganadera. Enseguida te explicamos en qué consiste y cómo reconocer a un bovino afectado.

¿Qué es septicemia neonatal?

Es definida como una enfermedad sistémica asociada con la presencia y, hasta cierto punto, la persistencia de microorganismos patógenos o sus toxinas en la sangre de la cría. Se presenta con mayor frecuencia en becerros menores a las 2 semanas de vida, aunque también puede ocurrir en individuos de hasta 10 o 12 semanas de edad.

Por lo general, está asociada con un sitio primario de infección. En la especie bovina los más comunes se dan a través de la placenta, la mucosa nasal, la pared intestinal y el ombligo. También, puede presentarse en crías con enteritis (viral, bacteriana o parasitaria), ya que las lesiones intestinales facilitan la entrada de patógenos al torrente sanguíneo.

Durante el proceso fisiopatológico de la enfermedad se producen desequilibrios y alteraciones en los tejidos cardiovasculares, provocando una disfunción que puede llevar a cuadros graves e inclusive el colapso y la muerte.

Factores predisponentes

Hay ciertos elementos que propician la presencia de septicemia en neonatos, entre ellos se encuentran los siguientes:

• Transferencia de inmunidad pasiva deficiente. No se proporciona el calostro de forma adecuada o es de mala calidad.
• Carencia de condiciones sanitarias. La presencia de instalaciones o parideros sucios, con lodo, heces o abundante tierra y el suministro de calostro contaminado.
• Manejo inadecuado durante el parto. Después del nacimiento del becerro no se realizó la desinfección del cordón umbilical.
• Falta de programas de vacunación. No Inmunizar a las madres antes del empadre aumenta la incidencia de enfermedades infecciosas.
• Exposición a situaciones estresantes. Ambientes incómodos, inseguros o con cambios climáticos extremos, deprimen el sistema inmunitario de los animales.

Agentes causales

Una de las bacterias que ha sido considerada como la principal responsable es Escherichia coli, la amplia gama de sus presentaciones clínicas se ha nombrado colisepticemia. Sin embargo, no es el único agente que la causa, algunos otros géneros implicados son:

• Pasteurella spp.
• Clostridium spp.
• Salmonella spp.
• Campylobacter spp.
• Staphylococcus spp.
• Klebsiella spp.

Signos clínicos de la septicemia neonatal en bovinos

Tiene una progresión rápida, de manera que los primeros indicios pueden ser vagos e inespecíficos y con frecuencia se atribuyen a otros padecimientos. El primer signo en la mayoría de los casos es la disminución del reflejo de succión, conforme avanza puede ir acompañado de otras manifestaciones como:

• Fiebre
• Depresión
• Letargo
• Aumento de la frecuencia cardiaca
• Dificultad para respirar
• Enrojecimiento de los ojos y las membranas mucosas
• Exudado ocular blanquecino o purulento
• Diarrea
• Deshidratación
• Extremidades frías
• Disminución de la secreción de orina
• Inflamación del ombligo y las venas umbilicales
• Inflamación de las articulaciones
• Convulsiones
• Meningitis
• Neumonía

Diagnóstico de la septicemia neonatal bovina

Debe ser efectuado por un médico veterinario basándose en la evaluación física del becerro y la historia clínica. Se recomienda separar a los animales en dos grupos, uno con los que presentan signos compatibles y otro con los que se encuentran aparentemente sanos, pero se consideran en riesgo.

El diagnóstico definitivo se basa en la identificación de los agentes patógenos mediante hemocultivos. Las anomalías varían dependiendo de la gravedad, por lo que se sugiere hacer pruebas adicionales como antibiograma, hemograma completo, análisis bioquímico de suero sanguíneo y radiografías o ultrasonido torácico si la economía lo permite.

Tratamiento de la septicemia neonatal en el ganado bovino

Al ser una condición con una elevada mortalidad, la mayoría de los veterinarios comienzan la terapia basándose en el diagnóstico presuntivo, sin la confirmación de los estudios de laboratorio. Los objetivos del tratamiento consisten en controlar la infección, modular la respuesta inflamatoria y dar soporte en la etapa crítica.

Lo ideal es seleccionar los antimicrobianos de acuerdo a los resultados de resistencia, pero en situaciones prácticas se puede emplear Engemycin® 10% L.A. (Reg. SADER Q-0273-081), una solución acuosa inyectable, que contiene clorhidrato de oxitetraciclina, un antibiótico de amplio espectro que pertenece al grupo de las tetraciclinas.

También, se considera la administración de algún antiinflamatorio no esteroideo como Finadyne® (reg. SADER Q-0273-035), un producto que contiene flunixin de meglumine, un principio activo que ayuda a controlar la inflamación aguda, a la vez que disminuye el dolor y la fiebre. Su aplicación debe ser supervisada por un mvz para evitar daño renal.

Las actividades de apoyo incorporan la administración de líquidos intravenosos, proporcionar calor y ropa de cama, nutrición oral o parenteral, transfusión de plasma y la corrección de problemas secundarios, por ejemplo, hipoglucemia, acidosis metabólica, anomalías electrolíticas e hipoxia.

Prevención de la septicemia en neonatos bovinos

Algunas de las medidas que se implementan en las unidades ganaderas para evitar la ocurrencia implican:

• Planeación de un calendario de vacunación en las madres.
• Correcto manejo de la vaca en el parto y del becerro recién nacido.
• Suministro adecuado de calostro.
• Mantenimiento de la higiene en las instalaciones.
• Desinfección de los utensilios empleados.
• Aislamiento de los animales enfermos.

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Fernández, M. E., Campero, C. M., Morrell, E., Cantón, G. J., Moore, D. P., Cano, A., … & Odriozola, E. R. (2007). Pérdidas reproductivas en bovinos causadas por abortos, muertes prematuras, natimortos y neonatos: casuística del período 2006-2007. Revista de Medicina Veterinaria, 88, 246-254.

Mohammed, S. A. E. M., Marouf, S. A. E. M., Erfana, A. M., El, J. K. A. E. H., Hessain, A. M., Dawoud, T. M., … & Moussa, I. M. (2019). Risk factors associated with E. coli causing neonatal calf diarrhea. Saudi Journal of Biological Sciences, 26(5), 1084-1088.

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