Los parásitos gastrointestinales representan una de las mayores amenazas para la salud y productividad del ganado bovino a nivel mundial, causando pérdidas económicas significativas a los productores debido a la disminución de la producción de carne y leche, así como a los costos asociados a su tratamiento y prevención.
Su presencia en el tracto digestivo de los bovinos interfiere con la absorción de nutrientes, lo que resulta en un crecimiento más lento, menor ganancia de peso y una reducción en la producción de leche. Además, pueden debilitar el sistema inmunológico de los animales, haciéndolos más susceptibles a otras enfermedades.
Principales parásitos gastrointestinales en bovinos
Los parásitos gastrointestinales más comunes en bovinos son los nematodos, que se clasifican en diferentes géneros según su localización en el tracto digestivo.
Tienen ciclos de vida complejos que involucran una fase libre en el ambiente y una fase parasitaria dentro del animal. Los huevos son eliminados con las heces y, en condiciones favorables, eclosionan y se desarrollan en larvas infectivas que son ingeridas por los animales al pastorear.
Factores predisponentes
La incidencia de parasitosis gastrointestinales en el ganado bovino está influenciada por diversos factores, entre los que se destacan:
- Condiciones climáticas. La humedad y las temperaturas cálidas favorecen el desarrollo de los parásitos y la supervivencia de sus huevos en el ambiente.
- Manejo del pastoreo. El sobrepastoreo y la falta de rotación de los potreros pueden aumentar la concentración de larvas infectivas en los pastos.
- Densidad de animales. Una alta densidad de animales en los potreros facilita la transmisión de los parásitos entre los individuos.
- Inmunidad del huésped. Los bovinos jóvenes, los inmunocomprometidos y aquellos con una mala condición corporal son más susceptibles a las infecciones.
Signos clínicos
La presentación clínica de la parasitosis gastrointestinal puede variar dependiendo de la especie de parásito, la intensidad de la infestación y la edad del animal, afectando a los animales jóvenes con mayor frecuencia, pero los adultos que no han sido expuestos previamente a los parásitos presentan signos y mueren.
Algunos de los signos más comunes incluyen:
- Pérdida de peso progresiva debido a la mala absorción de nutrientes.
- Debilidad y anorexia consecuente de la pérdida de peso.
- Diarreas profusas y acuosas persistentes, especialmente en infecciones agudas.
- Pelo hirsuto, pelo áspero y seco.
- Anemia en diferentes grados ocasionada por la pérdida de sangre, además se observan las mucosas pálidas.
- Edema submandibular (barro) es un signo característico de algunas infestaciones parasitarias.
- Distensión abdominal, debido a la cantidad de parásitos presentes.
Diagnóstico de parásitos gastrointestinales en bovinos
El diagnóstico preciso es fundamental para implementar un tratamiento eficaz y prevenir futuras infecciones. A continuación, detallamos los métodos más comunes utilizados para la identificación y control de parásitos internos en bovinos:
Coprología
- Examen directo de heces. Se realiza una observación microscópica de una muestra de heces frescas para identificar huevos de parásitos. Este método es rápido y económico, pero su sensibilidad puede ser limitada.
- Conteo de huevos por gramo de heces (HPG). Permite cuantificar la carga parasitaria y establecer un umbral a partir del cual se considera necesario un tratamiento.
- Coprocultivo. Consiste en incubar una muestra de heces en condiciones controladas para permitir el desarrollo de las larvas, lo que facilita su identificación y cuantificación.
Técnicas de flotación
- Método de Willis. Se utiliza una solución salina saturada para separar los huevos de parásitos de las heces, facilitando su observación al microscopio.
- Método de Faus. Similar al método de Willis, pero utiliza una solución de sulfato de zinc.
Otras técnicas
- Examen post-mortem. En casos de muerte, se realiza una necropsia para examinar el tracto gastrointestinal y encontrar los parásitos adultos.
- Pruebas serológicas. Miden la respuesta inmunitaria del animal frente a los antígenos parasitarios. Estas pruebas pueden ser útiles para detectar infecciones crónicas o para evaluar la eficacia de un tratamiento.
- PCR. La reacción en cadena de la polimerasa permite detectar el ADN de los parásitos en muestras de heces, sangre o tejido, lo que aumenta la sensibilidad y especificidad del diagnóstico.
Consideraciones importantes
- Se recomienda tomar muestras de heces de varios animales en diferentes momentos para obtener un diagnóstico más preciso y representativo del rebaño.
- Los resultados de los exámenes coproparasitológicos deben interpretarse en conjunto con el historial clínico del animal, las condiciones de manejo y los resultados de otros exámenes complementarios.
- Considerar los factores que pueden afectar el diagnóstico:
- Dieta del animal
- Uso de antiparasitarios
- Presencia de otros patógenos
- Condiciones climáticas
Diagnóstico diferencial
Es importante tener en cuenta que los signos clínicos de las parasitosis gastrointestinales pueden ser similares a los de otras enfermedades, como enfermedades infecciosas, trastornos nutricionales o intoxicaciones. Por lo tanto, es fundamental realizar un diagnóstico diferencial para descartar otras posibles causas.
Tips de prevención de las parasitosis gastrointestinales
La prevención es la mejor herramienta para combatir a los parásitos gastrointestinales. A continuación, te presento algunos consejos clave para mantener a tu ganado sano y productivo:
Manejo del pastoreo
- Alterna el pastoreo entre diferentes potreros para reducir la concentración de larvas infectivas en cada área.
- Permite que los potreros se recuperen y disminuyan la carga parasitaria antes de volver a utilizarlos.
- Evita el sobrepastoreo para reducir la contaminación fecal de los pastos.
Manejo sanitario
- Mantén limpias las instalaciones, bebederos y comederos para evitar la acumulación de heces y la propagación de parásitos.
- Realiza programas de desparasitación de forma selectiva, con base en los resultados de los exámenes coproparasitológicos y en la evaluación del riesgo de infección.
- Practica exámenes coproparasitológicos de forma periódica para evaluar la eficacia de las medidas de control y detectar tempranamente cualquier reinfestación.
Medidas nutricionales
- Proporciona una dieta adecuada para fortalecer el sistema inmunológico de los animales y mejorar su resistencia a las infecciones.
- En caso necesario, utiliza suplementos minerales y vitamínicos para cubrir las necesidades nutricionales de los animales.
Otras medidas
- Prioriza la selección de animales con mayor resistencia a las parasitosis.
- En el caso de parásitos transmitidos por vectores (como moscas), implementa medidas para controlar su población.
- Capacita a los trabajadores sobre las buenas prácticas de manejo para prevenir la propagación de parásitos.
Consideraciones adicionales
- El uso indiscriminado de antiparasitarios puede favorecer el desarrollo de resistencia en los parásitos. Es importante utilizar productos de manera responsable y siguiendo las recomendaciones de tu médico veterinario.
- Para lograr un control efectivo de las parasitosis gastrointestinales, es necesario combinar diferentes estrategias de manejo y adaptarlas a las condiciones específicas de cada explotación ganadera.
Tratamiento y control de los parásitos gastrointestinales
En nuestra línea de antiparasitarios puedes encontrar los siguientes productos para el control de parásitos gastrointestinales de tus bovinos:
- Panacur® granulado al 22% (Reg. Q-0273-160)
- Panacur® suspensión al 10% (Reg. Q-0273-167)
- Solution® 3.5% L.A. (Reg. Q-0273-025)
Recuerda que, si requieres comprar alguno de estos productos, recibir información adicional o asistencia técnica, puedes contactarnos a través de nuestra página oficial.
Bibliografía:
- Mark t., BVetMed, PhD, DEVPC, FHEA, MRCVS. (2014). Parásitos gastrointestinales del ganado vacuno. Manual de MSD. Manual de Veterinaria.
- Figueroa A., Pineda, S., Godínez F., Vargas D., Rodríguez E., (2018). Parásitos gastrointestinales de ganado bovino y caprino en Quechulatenango, Guerrero, México. Agroproductividad: Vol. 11, Núm. 6. pp: 97-104.