Conservación de forrajes, ¿qué es el heno y cómo elaborarlo?

La disponibilidad y calidad del alimento se ve reflejado de manera directa en el desempeño del ganado, como la producción de leche, las tasas de crecimiento y la condición corporal. Debido a esto, un elemento clave de las unidades ganaderas productivas y eficientes es la conservación de forrajes.

Este procedimiento permite proveer de alimento nutritivo a los animales durante los periodos de sequía o escasez, además, permite preservar grandes cantidades cuando la producción de las plantas cultivadas es más rápida comparada con la cantidad que los bovinos pueden consumir.

Te preguntarás ¿qué es el forraje? Es el nombre con el que se le conoce a las gramíneas y leguminosas destinadas a la alimentación animal, pueden ofrecerse frescos o conservados en forma de heno o ensilado. Enseguida, te enseñamos en qué consiste el henificado.

Henificación

La elaboración de heno se define como la conversión de forraje verde perecedero en un producto que puede almacenarse de manera segura y transportarse fácilmente sin peligro de deteriorarse.

El principal objetivo de este proceso reside en preservar el rendimiento de materia seca (MS) y mantener al mínimo la pérdida de sus nutrientes, mientras se produce una rápida evaporación del agua contenida en la planta.

Proporcionar heno en la alimentación de los bovinos ayuda a reducir los costos en la compra de piensos o concentrados, por lo tanto, es una excelente herramienta para incrementar la rentabilidad de las unidades productivas. A continuación, te explicamos a detalle cómo elaborarlo.

Producción de heno paso a paso

El procedimiento incluye la selección del cultivo, el corte o cosecha, el secado, el manejo de las hileras, el empacado y el almacenamiento. Aquí te mostramos a detalle cada uno de ellos, además de algunos otros aspectos fundamentales que debes tener en cuenta durante su elaboración.

Importancia de la calidad del forraje a conservar

Una característica relevante es que la calidad del alimento conservado nunca será mayor al forraje fresco que le da origen. Sin embargo, cuando se lleva a cabo un correcto manejo durante todo el proceso, estas pérdidas de nutrientes se pueden minimizar.

Asimismo, se debe controlar la presencia de malezas en los cultivos, pues disminuyen el rendimiento, la longevidad de las plantas y compiten con ellas por el agua, nutrientes y luz. Así mismo, será necesario llevar a cabo los cuidados pertinentes para evitar enfermedades o plagas que afecten los cultivos.

Cultivos para la elaboración de heno

Se utilizan principalmente leguminosas como la alfalfa, el trébol rojo y el trébol dulce; pastos para heno nativos e introducidos como estrella africana, Bermuda, Rhodes y Timothy; cereales como la avena y el sorgo; a menudo se utilizan también cultivos mixtos de estas especies.

Cosecha o corte

En la elaboración de un heno de calidad es crucial realizar el corte en el momento adecuado, cuando el forraje tiene mayor valor nutricional, un desarrollo completo de las hojas y las flores o semillas están cercanas a su madurez, lo ideal es entre el 25 y 50% de la etapa de floración (FAO, 2020).

Cuando el corte se lleva a cabo antes de tiempo, no tiene la densidad necesaria y su contenido de humedad es alto. Por el contrario, cuando se lleva a cabo muy tarde su contenido nutritivo es baja y se reduce la palatabilidad, este comúnmente se clasifica como paja.

Secado

Las plantas cosechadas por lo general contienen una humedad promedio de 70 a 90%, su objetivo es disminuir este contenido de agua a un 15-20% o menos (Suttie, 2003).

Esta etapa del proceso dura de 2 a 3 días, el forraje cortado se coloca al sol, formando filas o hileras delgadas, las cuales se rastrillan varias veces para extenderlo y se voltean a fin de agilizar el proceso, ya que la parte superior estará más expuesta al viento.

Empacado

Cuando ya se ha deshidratado hasta el contenido de humedad adecuado, el heno se recolecta y se comprime en pacas o fardos. La primera es la forma más común, por el hecho de que se necesita menos espacio al acumularlo o guardarlo y es más fácil de comercializar.

Almacenamiento

Para que conserve sus propiedades nutritivas es esencial el adecuado almacenamiento de heno, debe protegerse de la humedad o la lluvia, mantenerse protegido de la luz solar directa y libre de plagas como pájaros o roedores.

Se puede guardar en un almacén o cubierto con una lona, cuando se resguarda bien, este consigue mantenerse en óptimas condiciones por varios meses.

Características de un heno de calidad

Antes de alimentar a tus animales, asegúrate de que sea un buen producto. Esto se puede realizar mediante la estimación de los nutrientes y su digestibilidad. Algunas de las particularidades que puedes observar son las siguientes:

• Olor agradable
• Color verde característico del cultivo
• Conservar una cantidad considerable de hojas de la planta
• Debe ser suave y flexible
• Encontrarse libre de moho u hongos

Consideraciones a tener en cuenta

Elabora el heno cuando haya menos probabilidad de lluvias. El secado se debe hacer lo más rápido posible, con ayuda del sol y el viento, con el fin de reducir la humedad del forraje. Si llueve, cuando el pasto se ha cortado y tendido, este no perderá suficiente agua, favoreciendo la presencia de contaminantes.

No proceses más forraje de la capacidad que tengas para manipularlo o almacenarlo. Así también, evita la cercanía de combustibles, o fuentes de calor, pues el heno es altamente inflamable.

Al realizar algún procedimiento de conservación de forrajes ten en cuenta el costo-beneficio que te traerá, las opciones de cultivos, el terreno disponible y sus características, así como el rendimiento y la rentabilidad que ofrecerá a tu unidad ganadera.

Recuerda siempre consultar a un profesional, pide a un agrónomo o veterinario especialista en nutrición que te ayude a determinar las características necesarias del forraje para elaborar un heno de calidad. Si requieres información adicional o asistencia técnica, no dudes en contactarnos a través de la página oficial de Club Ganadero.

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